El día más feliz de vuestra vida: Carolina y Pedro

Justo un año después del día más feliz de mi vida, llega el día más feliz de tu vida. La persona que apareció durante mi infancia para enseñarme a compartir, a cuidar de alguien y a darme cuenta que DOS SIEMPRE ES MEJOR QUE UNO, en resumen, a saber lo que es una hermana. Gracias a ella aprendí a conducir un carricoche, aprendí a hacer una bandera para la Santa Cruz, aprendí lo que pican las ronchas de la varicela, aprendí a mentir en feria diciendo que estabas conmigo mientras en realidad estabas con Susana en la carpa (bueno a esto me ayudaba Lola porque a mí no me salía muy bien), aprendí que durante las campanadas de Nochevieja era posible que las uvas salieran por la nariz, aprendí que una caída de moto puede doler incluso más que si soy yo el que se cae y compartí un sin fin de historias y anécdotas más que han hecho que nunca me encontrara sólo. En realidad, desde que tengo uso de razón te recuerdo a mi lado acompañándome en todos y cada uno de los momentos felices y no tan felices de mi vida, como si para ti también fueran lo más importante: en mi comunión bailando sevillanas (o intentándolo); en el patio jugando al fútbol sin tener ni puñetera idea y rompiendo las macetas; en mi graduación; en tu confirmación cuando me pediste que fuese tu padrino; el día de mi boda...

En definitiva, que mañana es el día más importante y feliz de vuestra vida y que allí estaremos Lola y yo para disfrutarlo junto a Pedro y a ti, porque cuando quieres a alguien de verdad su felicidad es también tu felicidad.

Recordad que el camino es duro pero que hay personas a vuestro alrededor que estarán siempre dispuestas a arrimar el hombro o tender la mano para cualquier cosa que necesitéis.

Un fuerte abrazo.